Dear Brothers and Sisters in Christ,
Let us lift our hearts in gratitude to God for His unending love, a love that brings hope and strength to us all. Thanksgiving is a time of year when we come together with family and friends to give thanks to our Lord for the blessings He has bestowed upon us.
I am deeply grateful for the faithful people who make up the Church of the Diocese of Dallas. As your shepherd, I rejoice in your steadfast faith, resilience, and commitment to your relationship with Jesus Christ and one another. It is inspiring to witness so many of you embracing the apostolic mission of the Church and reaching out to those in need. Know that you are in my daily prayers, as I ask God to bless each of you abundantly.
In a few days, hundreds of delegates representing faith communities from around the diocese will gather for a historic moment for our diocese as we hold the Diocese of Dallas Synod Assembly. This will be a time for us to seek God’s grace and strengthen our community in faith. Let us pray for open hearts, unity, and wisdom for all involved, that they may discern God’s will for our diocese. May the Holy Spirit inspire and lead us on this journey together.
As we offer our thanks this holiday season, let us recognize that among our many blessings are the devoted priests and deacons who faithfully serve in the Diocese of Dallas. I invite you to join me in offering special prayers of thanksgiving for these hardworking servants of Christ. Let us also pray fervently for vocations, that more men and women will answer God’s call to serve in the priesthood and religious life.
I pray that this season be a time for renewing our commitment to peace, for setting aside differences, praying for healing, ending violence in all its forms, and seeking unity in our communities, nation, and world.
We are reminded that the Holy Father tells us, “We need a Church capable of walking at people’s side, of doing more than simply listening to them; a Church that accompanies them on their journey.” In the spirit of those words, I encourage you to seek ways to accompany those who suffer, bringing them the light of hope and community.
May this Thanksgiving be a time of joy, gratitude, and renewal for you and your loved ones. May you have a blessed and fruitful Advent season as we prepare our hearts for the coming of our Savior.
Faithfully yours in Christ,
Most Reverend Edward J. Burns
Bishop of Dallas
Queridos hermanos en Cristo,
Elevemos nuestros corazones en gratitud a Dios por Su infinito amor, un amor que nos da a todos esperanza y fortaleza. El Día de Acción de Gracias es un momento del año en que nos reunimos con familia y amigos para dar gracias a nuestro Señor por las bendiciones que ha derramado sobre nosotros.
Estoy profundamente agradecido por las fieles personas que conforman la Iglesia de la Diócesis de Dallas. Como su pastor, me regocijo por su fe inquebrantable, su resiliencia y su compromiso a su relación con Jesucristo y con los demás. Es inspirador presenciar cómo tantos de ustedes abrazan la misión apostólica de la Iglesia y extienden la mano a los necesitados. Sepan que oro por ustedes diariamente y pido a Dios que los bendiga a cada uno de ustedes abundantemente.
Dentro de unos días, cientos de delegados que representan a comunidades de fe de toda la diócesis se reunirán en un evento histórico para nuestra diócesis al celebrar la Asamblea Sinodal de la Diócesis de Dallas. Este será un momento para solicitar la gracia de Dios y fortalecer la fe de nuestra comunidad. Oremos por unidad y sabiduría para todos los involucrados, para que con un corazón abierto puedan discernir la voluntad de Dios para nuestra diócesis. Que el Espíritu Santo nos inspire y nos guíe en este camino que recorremos juntos.
Al dar gracias a Dios en esta temporada festiva, reconozcamos que una de nuestras muchas bendiciones es contar con los sacerdotes y diáconos que con gran devoción sirven fielmente en la Diócesis de Dallas. Los invito a que me acompañen a ofrecer oraciones especiales de acción de gracias por estos entregados servidores de Cristo. Oremos también fervientemente por las vocaciones, para que más hombres y mujeres respondan al llamado de Dios a servir en el sacerdocio y la vida religiosa.
Ruego para que esta temporada sea un tiempo especial para renovar nuestro compromiso con la paz, para dejar a un lado las diferencias, orar por la sanación, poner fin a la violencia en todas sus formas y buscar la unidad en nuestras comunidades, nuestra nación y el mundo entero.
Recordamos las palabras del Santo Padre: “Necesitamos una Iglesia capaz de caminar al lado de las personas, que haga más que simplemente escucharlas; una Iglesia que las acompañe en su camino”. En el espíritu de estas palabras, los animo a buscar maneras de acompañar a quienes sufren, llevándoles el cariño de la comunidad y la luz de la esperanza.
Que este Día de Acción de Gracias sea un tiempo de alegría, gratitud y renovación para ustedes y sus seres queridos. Que tengan una bendecida y fructífera temporada de Adviento mientras preparamos nuestros corazones para la venida de nuestro Salvador.
Fielmente suyo en Cristo,
Excelentísimo Edward J. Burns
Obispo de Dallas